En el restaurante se sirve comida venezolana, con platos como pabellón criollo, arepas, empanadas y pastelitos.
El servicio y el trato recibido por parte del personal es excelente. Los comensales destacan la amabilidad y el buen trato recibido, mencionando específicamente a Rommel, Johan en cocina y Adriana en caja.
Los comensales destacan la deliciosa comida venezolana, que les hizo sentir como si estuvieran en Venezuela. También mencionan el trato recibido por parte del personal, que siempre están sonrientes y hacen que den ganas de regresar.
Se destaca que la bebida ofrecida en el restaurante, como el maltín polar o frescolita, es refrescante y saludable.
Se menciona que el restaurante se encuentra en la calle de Sicília 247 de Barcelona, cerca de la Sagrada Familia. También se menciona que el restaurante es un poco pequeño, pero a pesar de eso, es muy popular y concurrido.