El hotel es encantador debido a su decoración, el trato amable de sus empleados y el aroma espectacular que se percibe al entrar.
El desayuno es súper top, con variedad y alimentos frescos.
La habitación es súper cómoda y limpia, y destaco especialmente la suavidad de la cama.
El hotel tiene una muy buena ubicación con vista a la Sagrada Familia en la azotea. Además, cuenta con taxis justo afuera, lo que facilita el transporte.
Sin duda, recomendaría este hotel para una estadía en Barcelona debido a su agradable ambiente, excelente servicio y conveniente ubicación.