En este restaurante se sirve comida catalana, con platos como caracoles, carne a la brasa, alcachofas, calçots, entre otros.
El personal del restaurante es muy amable, atento y encantador. Los camareros brindan un servicio excelente y están dispuestos a ayudar en todo momento.
El restaurante se encuentra en una masía catalana del siglo XIII, lo que le da un encanto especial. Además, está rodeado de naturaleza, lo que crea un ambiente agradable y relajante.
La comida en este restaurante es espectacular. Los platos son deliciosos y se destacan especialmente los caracoles y las carnes a la brasa. Además, las raciones son generosas y abundantes.
Sí, definitivamente recomendaríamos este restaurante. Tanto la comida como el servicio son excelentes, y el ambiente es encantador. Sin duda, volveremos en el futuro.